«Yo no soy una coleccionista, yo soy un museo», gustaba de alardear la mecenas de mecenas del siglo XX Peggy Guggenheim (Nueva York, 1898-Padua, 1979), que llegó a reunir la más reputada de las colecciones de arte moderno de todo el mundo, en un momento en que todavía no era bien aceptado y comprendido -en particular, las vanguardias históricas-. Ahora el sello Turner publica la biografía que le dedicó la investigadora neoyorquina Francine Prose (1947) y que apareció el año pasado en Yale University Press con el subtítulo de El escándalo de la modernidad.