Diario de uno de los artistas más polifacéticos e iconoclastas entre nuestros contemporáneos, dividido en dos partes: el proceso de ejecución de siete cuadros inspirados en grabados de Durero por un lado, y reproducciones de otros cuadros con anotaciones y comentarios por el otro. Resultado de vivencias cotidianas, o con éstas como trasfondo, estas páginas reconstruyen un interesantísimo itinerario de viajes, encuentros, reflexiones y lecturas.
Eduardo Arroyo es un artista polifacético que destaca no sólo como gran pintor sino como escritor y decorador teatral, además de ceramista y grabador. En su obra utiliza una gran variedad de soportes como el lienzo, la madera o el papel de diferentes tipos.
En 1982 se le concede el Premio Nacional de Artes Plásticas de España.